Nuestro amigo Rudolph Hass estaba dispuesto a arrancar un pequeño árbol de aguacates que tenía plantado en el huerto de su casa ya que no le servía para nada, menos mal que alguien lo convenció de lo contrario.
A finales de la década del 1920, Rudolph Pasadena, en las afueras de los Ángeles junto a su esposa Elizabeth y su pequeña hija Betty de tan solo 18 meses, se mudaron allí ya que parte de su familia se encontraba en la zona y los animaron a mudarse.
Procedían de Milwaukee a más de 3.000 kilómetros en el norte de los Estados unidos. LLegaron con un viejo Ford T que compró Rudolph por 75 dólares, con el que llegó en dudosas condiciones. Rudie como llamaban a nuestro protagonista comenzó trabajando en un puesto de frutas y verduras, fue comercial de una fábrica de medias y ropa interior, incluso fue vendedor de electrodomésticos hasta que al fín fue contratado como cartero en la oficina postal de Pasadena. Estos datos se conocen gracias a notas que tenía la esposa de Rudolph que escribió décadas después de pasar todo esto.
La Palta el árbol del dinero
Según las notas de su esposa Elizabeth, un día, mientras Rudolph repartía la correspondencia por Pasadena, vió un anuncio donde se publicitaban terrenos con árboles de palta, más conocido ahora en Europa por aguacate, en el anuncio se podía ver como de las hojas del árbol en vez de haber frutos colgados, colgaban billetes, algo que impactó mucho en Rodie.
Rudolph se entusiasmó con el anuncio y cuando pudo vender una propiedad que tenía cerca de Milwaukee, destinó todo el dinero de la venta junto a un préstamos que le pidió a su hermana a la compra de una parcela de Aguacates al empresario de Los Ángeles Edwin Hart, empresario que conoció este cultivo en México y decidió comprar una parcela a las afueras de Los Ángeles, no muy lejos de Pasadena, donde compró 1.500 hectáreas para cultivarlas de aguacate para posteriormente segregarlas y venderlas por partes.
Rudie compró 7.800 metros cuadrados en la cual ya tenía plantados algunos árboles en la zona bautizada como La Habra Heights. La parcela le costó 3.800 dólares que pagó en cómodos pagos trimestrales.
Cuando compró la finca, el tenía la idea de cultivar una variedad guatemalteca llamada Lyon, una variedad muy grande y con una cáscara dura, esta variedad cogió el nombre del dueño de la finca donde se originó esta variedad, tradición en la época. Esta variedad se plantó en la la zona de California en en los años 1.900 con promesas de ser muy rentable.
Cuando Rudolph comenzó el emprendimiento agrícola, se dispuso a plantar la variedad Fuerte, llamada así por sobrevivir a una fuerte helada en 1913 ocurrida en California, la variedad Fuerte es de origen mexicano y se caracteriza por tener una piel lisa, fina, blanda y fácil de pelar.
Muchos fallos y un gran éxito
Rudolph por ese entonces compraba sus plantas en el vivero de Albert Rideout, un horticultor que plantaba todas las semillas que se encontraba en busca de nuevas variedades, Rudolph fue a este vivero y compró una bolsa de lo que pensaba que era aguacate Guatemalteco que a diferencia del mexicano tenía la cáscara más dura.
Cuando llegó a la finca los plantó en cajones de serrín para que brotaran y cuando cogieron el grosor de un lápiz los trasplantó al suelo y protegió los plantones con cartones. A continuación junto con el agrónomo de apellido Caulkins utilizó plantas de Fuerte y Lion para injertar sus plantas guatemaltecas.
Una de las plantas no aceptó en injerto, lo intentaron varias veces pero el injerto no agarraba bien, para cada nuevo intento tenían que esperar al año siguiente en la época adecuada para que el injerto se agarre lo mejor posible.
Al tercer fracaso Rudie se cansó y quiso quitar el árbol pero Caulkins lo convenció de no eliminar el árbol, con convenció para que lo dejara vivir.
Aguacates con un aspecto totalmente distinto
En 1931 esta famosa planta dio sus primeros cultivos, solo seis aguacates, que al año siguiente llegaron a los 125 aguacates.
Estos aguacates no eran verdes, no eran brillantes, no eran lisos. Los aguacates de este árbol eran rugosos, negros y con un aspecto desagradable para los usuarios tradicionales de la palta.
Los hijos de Rudolph quisieron probar estos feos frutos muy rugosos y su sorpresa fue enorme al comprar el gran sabor que tenía, cremosidad y ausencia de fibra y con un sabor que recordaba a frutos secos, concrétamente a nuez.
Rudolph trabajaba a jornada completa en la oficina postal y aparte ejercía de comercial, pero mandaba a su hijos a vender los aguacates en cajas de madera. Al principio le costaba la venta debido al raro aspecto de estos frutos, pero la gente se empezó a acostumbrar al gran sabor lo que hizo que subiera la demanda.
Un comercializador de Aguacates llamado de apellido Carter, mandaba frutos al noreste del pais, pero solian llegar, golpeados, podridos, deteriorados y maduros. Cuando conoció a Rudolph lo animó a mandar por correo postal en una caja de madera unos cuantos frutos, la sorpres fue grandísima cuando los aguacates llegaron en perfectas condiciones.
Rudolph Hass un gran legado
En 1935 Rudolph patentó su aguacate como una nueva variedad y le puso como era costumbre su apellido, Hass. Después de esto se asoció con Harold Brokaw, un gran agricultor con grandes plantaciones para expandir su nueva variedad patentada. Ahora más de uno caeréis en la cuenta por algún vivero se llama Brokaw, en honor al primer vivero de la variedad Hass.
Hay que recordar que aunque hoy en día los aguacates Hass son la variedad más distribuida en todo el mundo y la más rentable, Rudolph apenas obtuvo beneficios de su patente, cuando en agosto de 1952 los derechos de patente se agotaron apenas ganó 4.800 dólares, según relata en sus notas la esposa de Rudie, y en ese mismo año Rudolph también se jubiló de la oficina postal, acabando un ciclo y tal fue así que en ese mismo año murió sin conocer el grán éxito que a posteriori sería su variedad.
La variedad Hass representa hoy en día el 95% de la variedad de los aguacates producidos en el mundo, siendo una industria multimillonaria. Hay millones y millones de árboles Hass y todos provienen de ese mismo árbol original que terminó enfermando y siendo talado en 2.022
Rudie creía que su árbol era del tipo Guatemalteco pero un estudio publicado en 2.019 determinó que su genoma era un 61% mexicano y un 39% guatemalteco, Los genes mexicanos permiten que Hass alcance la madurez antes que los cultivares guatemaltecos puros y otorgan más tolerancia al frío al árbol y la fruta, aunque no tanto como un cultivar mexicano puro. Los genes guatemaltecos le dan una piel más gruesa a la fruta, pero lo suficientemente delgada como para pelarla fácilmente.
Y esta es la historia de un gran emprendedor que dejó un gran legado que no pudo disfrutar en vida, por este motivo nos vemos en la obligación de redactar en este blog y difundir en redes la gran labor y lo que este hombre aportó a esta gran industria.
GRACIAS RUDOLPH
